La iglesia de San Martín de Tours se llenó ayer con la música de Amarilis Dueñas. El recital de la violonchelista, enmarcado en el ciclo “MusaE, las piedras cantan”, sirvió también para que los asistentes conociesen la historia del edificio y la actuación realizada en el templo en el marco del Plan Románico Atlántico.
Promovido por Acción Cultural Española y la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, con el apoyo de Fundación Banco Sabadell y el comisariado musical de Fundación Eutherpe, el ciclo MusaE, las piedras cantan está sirviendo para acercar la música a espacios patrimoniales, a través de una serie de recitales gratuitos, que van precedidos por una visita al lugar que los acoge.
Así, el sábado 250 personas disfrutaron de la música de Amarilis Dueñas en San Martín de Tours, uno de los edificios románicos más emblemáticos de la ciudad de Salamanca. No sólo escucharon los acordes de la violonchelista, sino que también conocieron la actuación que se ha realizado en el templo en el marco del Plan Románico Atlántico, promovido por la Junta de Castilla y León e Iberdrola. El concierto fue seguido, entre otros por el director general de patrimonio de la Junta de Castilla y León, Enrique Saiz.
Próximos conciertos
Tras el recital de Amarilis Dueñas, el día 23 de julio, la iglesia de Santa María la Real de Aranda de Duero (Burgos) se llenará con los acordes del piano de Andrey Yaroshinsky y el 31 será la localidad palentina de Aguilar de Campoo la que acoja una doble actuación de Camerata JOL frente a la colegiata de San Miguel y en la iglesia del monasterio de Santa María la Real.
El cenobio aguilarense será también el escenario del concierto que el 3 de agosto protagonizarán Adriana Viñuela y Víctor Martínez. El ciclo se cerrará el 15 de octubre en el monasterio Abadía de Retuerta con un recital flamenco a cargo de Caridad Vega y Yeray Cortés.
Propuesta abierta
MusaE, las piedras cantan es una propuesta abierta, que busca la participación de la sociedad de los lugares en los que se desarrollen los conciertos, así como la implicación de otras entidades, empresas y administraciones. No en vano, el ciclo surge con vocación de continuidad y con el reto de llevar la música a otros espacios patrimoniales.